Desde pequeño he sido un auténtico loco del fútbol. Crecí viendo al Real Madrid ganar su séptima, octava y novena Champions, y se me quedó grabado en la memoria aquella increíble volea de Zinedine Zidane con la que tumbó al Bayern Leverkusen. A partir de entonces, me tocó sufrir al Barça de Guardiola, Xavi, Iniesta, Messi...
Pero además de disfrutar viendo este maravilloso deporte, también lo practico. Empecé, como la mayoría de los niños, en el equipo del colegio y poco a poco me fue gustando cada vez más. He jugado de manera semi profesional durante muchos años en la territorial catalana, pasando por icónicos equipos de la zona de Tarragona como Torreforta, La Floresta o La Canonja, y llegando a disputar minutos en la máxima división del fútbol territorial en Cataluña. Hace unos años, debido a una grave lesión de rodilla, tuve que dejar la práctica del fútbol, pero sigo muy ligado a mi gran pasión a través de mi nueva faceta: la de entrenador.