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Primer plano de Gavi sonriendo y mirando hacia arriba

La derrota de ayer fue la menos dolorosa para el Barça y no por haber ganado ya LaLiga

El FC Barcelona cayó ante el Valladolid aunque parece no importarles demasiado

Pese a tener LaLiga ya en el bolsillo, Xavi tiene más que claro que el FC Barcelona competirá lo que resta de competición para sumar los máximos puntos posibles. Eso sí, ayer en Pucela, parece que fue otra la historia.

El FC Barcelona cayó por un contundente 3-1 ante un Valladolid que puso toda la carne en el asador para sumar 3 puntos y salir del descenso. Los de Pezzolano se hicieron fuertes en casa y consiguieron derrotar a los blaugrana.

Eso sí, la afición culé no se fue nada disgustada después de perder. Es más, hubo gran parte de los hinchas del Barça que dibujaron una sonrisa en su rostro, y es que hay un motivo oculto que ya ha salido a la luz.

El FC Barcelona pierde, pero no le importa

Un gol en propia puerta de Christensen, Larin y Gonzalo Plata fueron los autores de los 3 goles del Valladolid en la noche de ayer. Lewandowski maquilló un poco el resultado, pero no logró tapar el horroroso encuentro de los de Xavi.

No obstante, la derrota no supo tan mal en el Camp Nou, ya que tras la victoria del Pucela, el eterno rival del Barça, es decir, el Espanyol, podría prácticamente estar descendido hoy mismo.

Los pericos se enfrentan hoy al Atlético de Madrid con la obligación de ganar, aunque la victoria tampoco les saca de la zona roja. Actualmente, el Valladolid, equipo que marca la salvación, está a 4 de los de Cornellà, a falta de 9 puntos a disputar para los de Luis García.

Si el Espanyol no gana hoy, tendría que obrar el milagro en las dos jornadas restantes. Ganarlo todo, y esperar que sus rivales directos hagan todo lo contrario. Sin duda, parece imposible visto el nivel del cuadro blanquiazul.

El FC Barcelona salió a medio gas, dando descanso a algunas de sus estrellas y regalando minutos a jugadores que han contado poco para el técnico, como es el caso de Pablo Torre o Eric García.

El partido de ayer fue toda una alegría para el Valladolid, una noche intrascendente para el Barça, y unos 90 minutos fatídicos para un Espanyol que se juega la vida hoy en su casa.