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Jugadores del Atlético de Madrid celebrando un gol

El Atlético, a semifinales con mala cara

El duelo de vuelta de la Copa del Rey era un mero trámite en el que nadie quería estar allí

El resultado de la ida, las rotaciones, las lesiones y las necesidades de ambos equipos en Liga convirtieron el duelo de vuelta de la Copa del Rey en un mero trámite en el que nadie quería estar allí. Ni siquiera el público, que no llegó a llenar ni la mitad del estadio armero. Normal. El frío eibarrés asusta a los esquimales. Eso sí, al final el Atleti se llevó un disgusto y los armeros acabaron contentos. Y eso que los que están en semifinales son los rojiblancos.

Sea como fuere el partido se tenía que jugar y lo mejor era hacerlo cuanto antes. No es que plantearan un duelo intenso, rápido, vivo, más bien al contrario, se dispuso un partido lento, tedioso, de esos que solía diseñar el Atleti cuando buscaba que solo pasara el tiempo. El Eibar aceptó. Tan solo el ímpetu de Bebé y las ganas de los jóvenes como Josué Dorrio o Sarriegi por el lado armero y la electricidad de Correa y Gaitán por parte de los colchoneros agitaron un poco del encuentro.

En los primeros 45 minutos se podrían destacar tres cosas. La parada de Moyá a disparo de Josué por la plasticidad de la misma; la lesión de Fran Rico, como la mala noticia; y la llegada del descanso como la buena. De hecho, fue la mejor hasta el momento.

La vuelta de los vestuarios trajo una sorpresa al partido. Gol de Giménez. Sacó Gaitán un córner, otra novedad estando Gabi en el césped, y la puso allí donde debía de aparecer el central uruguayo, que entró con todo y batió a Yoel de cabeza. Gol del Atleti Aviación. Está empezando a dejar de ser noticia. El tanto no varió el ritmo del partido. El Eibar, empujado por el orgullo se acercó a la meta de Moyá, sin demasiado peligro ni demasiada persistencia, pero rondó el área colchonera. 

Giménez celebrando un gol
La vuelta de los vestuarios trajo una sorpresa al partido, el gol de Giménez | GTRES

A la hora de partido Simeone quiso dar descanso a unos y otros. Quitó a Gameiro, que sigue negado de cara al gol, y ya es dramático, y a Saúl para dar minutos a Carrasco y Koke. Ese movimiento situó a Correa en punta junto a Torres. El argentino tuvo el penúltimo momento de lucidez colchonero. Se plantó solo ante Yoel, pero el meta le adivinó la intención y desvió su disparo.

Tras esa acción el partido cogió velocidad. Mucho ritmo. Mendilibar metió a Sergi Enrich y Pedro León. Al minuto el primero empató. Pedro León chutó al palo y su rechace lo empalmó el punta con un escorzo. El gol animó a los armeros que a los cinco minutos se adelantaron en el marcador. Esta vez fue Pedro León. El ex del Getafe empalmó un centro desde dentro del área pequeña ante el que nada pudo hacer Moyá. En cinco minutos el Eibar pintó la cara al Atleti. El enfado del Cholo era visible. Muy visible. No es la primera vez que los suyos se dejan remontar. Sintomático.

Los goles armeros dieron un toque festivo al final del partido para la grada que ni siquiera el gol de Juanfran empañó. Por cierto, fue un golazo de vaselina. Con el tanto del lateral-extremo colchonero se acabó lo noticiable del encuentro y de la eliminatoria. El Atlético de Madrid está en semifinales de la Copa del Rey. Superó el trámite, pero no lo hizo ileso. Las dudas crecen. Y lo que no mejora, acaba empeorando.